La implementación de la Inteligencia Artificial (IA) en el marketing y la publicidad está en aumento. Cada día, las marcas transnacionales, con diversos desarrollos y temas, impactan en la cotidianidad de los usuarios con las bondades de la IA. Por su parte, las marcas en desarrollo, se suben al tren del éxito de las […]

 

La implementación de la Inteligencia Artificial (IA) en el marketing y la publicidad está en aumento. Cada día, las marcas transnacionales, con diversos desarrollos y temas, impactan en la cotidianidad de los usuarios con las bondades de la IA. Por su parte, las marcas en desarrollo, se suben al tren del éxito de las tendencias digitales para obtener más adeptos y conectar con sus audiencias. 

Cuando hablamos de IA pareciera que la tecnología implica frialdad y deshumanización; pero este recurso, junto a estrategias de comunicación digital, ha logrado despertar emociones, remembranzas y escenarios que solo existían en la imaginación de los usuarios, ayudándoles a materializarlos y vivir lo que todos queremos: experiencias memorables. 

Como ya sabemos, la IA analiza grandes cantidades de datos y de patrones de comportamientos, preferencias y gustos para obtener información. De esta forma, los creadores de estrategias de marketing de contenidos ocupan esa información para diseñar planes con respuestas más acertadas a las necesidades y gustos de los usuarios y a la vez, identifican nuevos mercados o escenarios de interacción con los mismos. 

Dicho esto, podemos decir que la IA mejora la personalización y la creatividad en nuestras estrategias. Con la primera, aumentamos la relevancia, resonancia, alcance y el retorno de la inversión; con la segunda, descubrimos nuevas formas de comunicación y conexión, atractivas y efectivas. 

Revisemos uno de los últimos ejemplos: Barbie. La muñeca fashionista llegará a la pantalla grande el 21 de julio; pero el pasado 4 de abril, sus creadores dieron un pequeño dulce de lo que será la producción, despertando la niñez interior de millones de personas, a nivel mundial. ¿En qué momento entró la inteligencia artificial para apuntalar a la tradicional muñeca? 

A través de una página oficial, la Warner Bros, dio acceso público a la aplicación llamada Barbie Selfie Generator, un filtro con Inteligencia Artificial, donde las personas pueden crear con una fotografía su propia versión Barbie y plasmarlo en un poster representativo del film. 

Los usuarios no tardaron en unirse a la tendencia del poster digital y a colocarse en un mundo que hasta ese día existía solo en la imaginación, para compartirlo en las diversas plataformas de redes sociales y por fin, ser parte del Barbie Land, donde todos podemos ser Barbie o Ken. 

La herramienta muestra recomendaciones generales sobre la fotografía para obtener un mejor resultado, entre estas, que su orientación sea horizontal. Al dar clic en Continue la IA toma el control de la operación, limpia la fotografía e incrusta el rostro en el poster de Barbie. ¡Listo! La IA nos metió al mundo Barbie, sin aún ver la película. 

Este ejemplo se suma a otros éxitos donde las marcas han utilizado la IA para generar mayor empatía y conexión con las audiencias. ¡Ojo! También debe existir una accesible experiencia del usuario, una buena estrategia de posicionamiento y el tiempo o espacio idóneo para implementarla. 

De esta forma, con la muñeca de Mattel, la IA nos creó una conexión empática y emotiva con el recuerdo de la niñez de una generación que creció jugando con imaginación, poniendo a nuestro alcance un escenario donde podemos ser lo que queramos ser: Barbie o Ken.